Estimados Colegas:
Un nuevo ciclo lectivo nos pone frente al desafío de avanzar en la consolidación del Sistema Formador de la provincia. En los últimos siete años hemos trabajado de manera colaborativa para reformular los planes de estudio acompañando su implementación con acciones formativas y mesas de trabajo. De igual modo construimos acuerdos marcos y reglamentos de práctica en consonancia con un nuevo modo de entender y asumir la misma.
La mirada de los otros niveles se ha vuelto sobre el nuestro con gran expectativa, esperanzados en mejores docentes para mejores escuelas.
Hemos construido vínculos en el proceso de evaluación de la implementación de los diseños y en la evaluación integral de los estudiantes, sumamos esfuerzos y restamos diferencias, que en otros momentos parecían irreconciliables.
También asumimos una transformación institucional con centro en una normativa acorde a los tiempos en que nos toca enseñar y gestionar. Esta puso en tensión nuestras culturas institucionales y el modelo de administración de nuestros IES. A diario discutimos sobre la simplificación de circuitos para una mejor gestión de la formación. Sin duda queda mucho por hacer, pero hemos caminado bastante sobre una nueva fisonomía, más comprometida, más implicativa, más federal.
En el presente año pretendemos acompañar a cada uno de los institutos en sus territorios, escuchando demandas específicas, acercando herramientas que posibiliten la regulación de procesos administrativos como condición de posibilidad para llevar a cabo el proceso de enseñanza aprendizaje. Entendemos que ámbitos y reuniones numerosas sólo capitalizamos algo de información, pero que en la soledad de la gestión muchas veces es difícil tomar decisiones, es por eso que ensayaremos otros modos de acompañamiento con clave en la integralidad y territorialidad-
La integralidad se refiere al interior del propio nivel: entre las áreas de trabajo, entre las temáticas que se abordan y sus estrategias, entre el nivel nacional, jurisdiccional e institucional. Integralidad al interior del propio territorio, con las escuelas asociadas con la comunidad.
La territorialidad es entendida en cuanto a la relación y al contacto directo con las instituciones, los docentes, las organizaciones y los actores que inciden en la educación y la comunidad, pensando la educación superior como un interlocutor capaz de responder a las demandas y necesidades del sistema en su conjunto y de generar propuestas y alternativas ante problemáticas específicas de cada territorio.
Tenemos la disposición y los recursos, tenemos muchas fortalezas en nuestros institutos. Es nuestro desafío.
LIC. ANALIA VALENTINI
Directora General de Nivel Superior